Tercer sermón de la serie “Lo que Dios puede hacer en tu vida”, titulado: TIEMPO DE PERDER.
Estás en la playa relajado y tranquilo. Disfrutas del sol y estás con la familia o los amigos, ¿sólo? El calor empieza a sofocarte y decides darte un baño, pero observas que el mar se retira hacia adentro de forma poco usual y se hace el silencio… ¡Corres desesperado porque comprendes lo que pasa, pero tarde! Lo más probable es que el mar te trague irremediablemente porque llega a una velocidad insalvable y arrasadora. Un muro de agua que parece hervir por la furia que manifiesta se abalanza sobre ti… El momento es indescriptible: pánico, certeza de morir, impotencia desesperada, tu vida ante tus ojos en milésimas de segundo…
Así es el pecado. Te hace sentir seguro, te acoge, te tranquiliza, pero luego se manifiesta en su aspecto más monstruoso y aterrador. Te sientes perdido y te alcanza la muerte espiritual… ¿o no? Sí, puede ocurrir, pero el poder de Dios traspasa las barreras de la muerte. ¿Cuánto te ha hecho perder el mal? El Creador puede recuperarlo para ti y puede hacer que pierdas lo que de verdad estorba y está de más. ¡Señor, quita de mi vida lo que sobra y dame lo que me falta!
Pastor C. Catalán